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julio 21, 2010

AM

Érase una vez AM, un hombre que solo escribía por las noches. Cuando el sol despuntaba, vigilaba las ventanas, y en las tardes sin viento, visitaba zoológicos. Cierto día encontró un parque solitario. Se alzó sobre sus ganas y cruzó la verja de entrada de un salto inmortal. Adentro se topó con un lucero perdido hacía miles de años. A AM no se le vio de nuevo, o al menos eso creen algunos. La verdad es que vive entre relatos breves.