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septiembre 27, 2013

Sin miedo...


...que tenga espíritu aventurero para hacerme conocer nuevas rutas; que sea capaz de leerme en rima o verso libre en mitad de la noche y me cuente sus impresiones de la nueva poesía. Que sea valiente para llorar y débil para las caricias. Que su risa inunde, arrope y proteja mis solitarios domingos; que sea capaz de pintar mis uñas y desenredar mi cabello un día cualquiera y a propósito de nada. Que se cultive, haga nido y riegue raíces en mi corazón. Que el romance fluya como la mala prosa para que tenga que corregirse en mí, muchas veces.

Tal vez algo difícil. No sé... pero aún no muero. Puedo esperar