Su piel relata
De su pecho, líneas en bisectriz,
van tramados cuentos de una tarde bajo excusas
Un café, un té, lo que quieras
dijo
Tras las horas
Entonces solo se embestían
Una salvajada de caricias
remedaba una lucha antigua de contorsionistas
Ella
exhalaba enfurecida
en su cabeza en volteretas repetidas
la pregunta
dónde estuviste todo este tiempo
Poco importaba
Eran dos escorpiones
Alguno sería la cena