Las mañanas
están bajo el desaliento
El corazón es hilacha
Un árbol se aferra a dos hojas mustias
entre las calzadas
más sucias cada vez
Las noches no
aúllan
solamente
Rosario de quejidos
Montaña hecha de costras
Desazón
Cada cielo de
cada mañana de cada día
como quien
tiene un paciente en terapia intensiva
Las horas gotean
y la esperanza solo es un tajo en el ánimo