-

-

junio 17, 2014

Se buscan preguntas correctas

Me quejo, ese es mi problema.
No soporto a la gente que escucha la tele con un volumen excesivo, anda dentro del vagón con su música a todo nivel o habla a gritos.
Cada vez tolero menos aquellos que ante la pregunta si leen, te ven con indiferencia y responden interrogando para qué. O peor aun, los que nunca leen, tienen una vida sumergidos en un sofá y te aclaran que cuando tengan tiempo lo harán.
Así soy, quejona de oficio. 
Tengo varias horas al día donde muestro mi pancarta de "no haga eso, no sea estúpido", y en muchas ocasiones solamente callo para no parecer más insoportable -ante todo la decencia, por supuesto-.
Me gusta la gente que se expresa de forma precisa, sabe cuando calza perfectamente una mentada de madre o una exhalación poética, aterriza en verbos pertinentes y se desliza entre adjetivos de sugerencia excepcional.
En realidad me quejo poco, cada vez menos... claro, se va achicando el círculo de mis relacionados, solo pasan los interesantes... hay que nutrirse, recurrir a la savia de tus mejores amigos y consejeros, eso hago con fruición cada vez.
Hago un ovillo con mis sinsabores. De nada sirve andar por la vida pregonando que la inteligencia radica en el saber. Me gusta desconocer y aprender. Regocijarme en la ignorancia porque tengo la certeza que hay respuestas para todo, solo hay que buscar las preguntas correctas.