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septiembre 28, 2015

Palabras con hilachas

El pecho se oprime y la respiración es cortita. No, no jadeas, solo sientes que hay un esfuerzo enorme de tu corazón para bombear ánimo a un cuerpo lleno de parches.
La desazón se ha instalado entre tus sueños y esperanzas y en la sala de tu optimismo se agrieta cada pared con sus slogans, lugares comunes, etiquetas y cartas de Niño Jesús.

Es un día apilado entre todos los demás. Es una laja que te impide llegar a la fuente de tu fe. Sin embargo se cuela una línea delgada, apenas una agüita de perseverancia...

Te das cuenta que son tonterías. Sigue lloviendo adentro. Se acerca la rotura, se caerá la máscara.

Siempre me ha fastidiado llorar... inundo todo, y solo es demasía alrededor... hasta en el absurdo de estas palabras con hilachas.