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noviembre 01, 2015

Sí, sigo triste

Dijeron que la presencia la sentiría pronto. Aseguraron que iba a ser constante la percepción de su cercanía. Mucho oí sobre aquello. Ciertamente quería creer en eso.
No, no he sentido nada. Solo ha quedado esa ausencia que se crece durante el silencio. Ese eco que está en mi corazón pero que es imperceptible afuera. Algo como si truenos, relámpagos y viento alborotara la arboleda mientras tú estás en un búnker, protegido del ruido del dolor. Nada pasa, y está bien, supones...
Todos dijeron que no iba a ser fácil. Certifico la premonición de la pena.
Sí, sigo triste... pero ¿qué es una costra más para mi corazón?