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enero 19, 2016

Las mujeres de la involución



Hay mujeres en la revolución que no son mujeres. Son panfletos, bocinas, cosas inertes.

Supongo que frente al espejo no hay mamas ni vagina que se reflejen en su pudor, así como no hay sentimientos, ni emociones, ni respeto que puedan mostrar para sus congéneres. Son una vacuidad de la vida, un experimento de resultado fallido, una obra de un demonio perverso.

Las mujeres del gobierno solo revolucionan la inmoralidad, la desidia, la anarquía. Dan la espalda a aquellas que desde la madrugada recorren las calles para buscar alimento. Dejan atrás a las parturientas, ellas mulas. Olvidan a las enfermas, ellas cáncer. Callan ante la violencia de género, ellas hienas.

Indignas esas, las de la involución, el vestido rojo y el labial a juego, que no alzan la voz ante los atropellos a otras hijas de la patria. Tontas útiles con bocas solo para succionar el desprecio de los que las mandan. Idiotas de cabello largo sometido al peso de una bota. Seres de cabezas huecas que solo tienen ojos y orejas para usar las chequeras como antifaz.

A estas infames les alcanzará la ley de los hombres dignos. Pagarán lo que sea justo. Mientras tanto... ya se han ganado el desprecio de todas las madres, todas las hijas, toda una generación de verdaderas mujeres.