El país se des di bu ja.
Solo nos quedamos con la silueta del mapa, el trazo irregular que contiene los 916.445 km2 que guardan eso que descubrimos como exiliados que se llama amor por el país.
Se desdibujan los recuerdos, y es melancolía que asoma a la memoria. Extrañamos lugares, situaciones y momentos con nuestra gente, la familia, los amigos. Hoy, todos sobrevivientes a tanto desamparo.
Se desdibujan los recuerdos, y es melancolía que asoma a la memoria. Extrañamos lugares, situaciones y momentos con nuestra gente, la familia, los amigos. Hoy, todos sobrevivientes a tanto desamparo.
A ellos
nos debemos... Por ellos insistimos en las palabras de aliento y somos frases hechas, clichés y lugares comunes. Vamos siendo palabra desgastada. ¡¿Cuánto más podemos hablar de fe, esperanza y coraje?!
Escasean las palabras, sin embargo siempre estamos en la búsqueda, como quien hurga en un baúl... Tall vez debamos construir nuevos vocablos, quizá debamos insistir en la palabras que nos convocan al afecto, total, solamente el amor nos salva ante tanta desidia.
Escasean las palabras, sin embargo siempre estamos en la búsqueda, como quien hurga en un baúl... Tall vez debamos construir nuevos vocablos, quizá debamos insistir en la palabras que nos convocan al afecto, total, solamente el amor nos salva ante tanta desidia.