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enero 30, 2011

La sesión

Matilde dice que no puede explicar exactamente lo que siente. Aclara que está casi feliz (esa es su frase comodín), pero que el nerviosismo, incluso al contárnoslo, se hace evidente. Estamos las cuatro en silencio hasta que ella retoma sus palabras. “Fue la novena sesión”, empieza de nuevo.
― Aquella tarde había llegado antes de la hora. Ya sabía lo que se vendría… ―baja su mentón; el cabello, cual cortina de raso, le cubre levemente los pómulos que parecen estar ocultando la turbación de la confesión que se avecina. Le tiembla un poco el labio inferior; sus hombros parecen relajados, sus manos -supongo- descansan en su regazo, porque desde mi posición no puedo verlas. La mesa me corta la perspectiva, solamente puedo percibir el ritmo de su pecho; de su cara, los lentes, nada dicen.
―Él no me recibió, fue su asistente… me dijo que me iba a ayudar, que me iba a preparar... Me explicó que podía estar nerviosa, que me permitiera sentir cualquier emoción. ¡Sobre todo yo! Ustedes saben chicas…no tengo que confesarles nada…después del accidente, bueno… ¡ay, ustedes saben!― Matilde me hacía sentir incómoda. Es extraño, pero los rodeos de ella, siempre me parecen que van con un acordeón o un violín a tono y eso me molesta. Pero me contengo. De hecho, nos portamos muy bien con ella, no por lástima, de verdad que no, sino por compromiso con nuestra amistad. En esa esquina, que siempre nos reserva Julián en su cuchitril, estamos Amanda (mujer de Julián), Mari, Nany y yo, rodeando a Matilde para que termine de contarnos su última experiencia terapéutica.
―La sala o el cuarto, como sea, estaba como tibio… no sé, así lo percibía. Aunque no sentía el aire acondicionado… no hacía calor, era como raro, no sé explicarlo muy bien. Olía rico... creo que a vainilla con otra cosa: un aroma dulzón, que al inhalar fuerte me parecía al de una colonia a madera, una fragancia como conocida. La verdad, era una atmósfera extraña…―¿Pero tú estabas desnuda?-interrumpió Nany de repente. Nosotras la miramos como queriendo darle un empujón por necia. ―Sí, ya la mujer me había ayudado― continuó Matilde con suavidad, esbozando una sonrisa. ―Ustedes saben que la señora Amelia me deja y luego me va a buscar…Además ese día, casi que le digo a alguna de ustedes que fuera para allá, pero me dio cosa…―¡Pero Mati, nos hubieras llamado!..―interrumpió de nuevo la infaltable María Natividad. Yo le hice una seña para que cerrara la bocota.
―No, está bien chicas…es normal que estén muy intrigadas, además ustedes saben que yo soy un fastidio contando mis cosas…Pero sí, estaba lista… Había silencio al principio, luego muy suave comencé a escuchar una melodía, de esas de olas, meditación y esas cosas. Yo estaba acostada boca arriba… la sábana era tan suave y la almohada que me puso la señora era como de esas cervicales, o algo así, con la formita para el cuello. Entonces escuché girar el picaporte y su voz, un hola tan bonito, tan dulce…que me sorprendí, pero bien…o sea, sin temor…ustedes entienden. A los segundos, estaba sentándose a mi lado y sentí su piel rozándome mi cadera. Allí, creo que, como que salté un poquito… Y tan rico… me empezó a recitar el poema 19 de Neruda…recuerdan esa parte de amo tu cuerpo alegre…mariposa morena…Bueno…entonces se acercó a mi oreja derecha y empezó a decirme lo que iba a lograr, lo que iba a experimentar…que iba a dejar atrás la tristeza…¡Ay chicas, tan bellas sus palabras! ¡Tan poéticas! Hasta la explicación de la disfunción, el trauma y todo eso era una maravilla. Esa voz, susurrante, grave, alargando las consonantes… y sus manos como untadas en aceite o algo así, me tocaban divinamente. ¡No, chicas, extraordinario es poco! ¡Yo allí dije soy ciega pero no insensible!
―¿Y llegaste?― saltó la insufrible Nany… menos mal que se acercó Julián con la botella de vino y entonces aprovechó Amanda para llamarla aparte. Lo bonito fue que Matilde nos dijo al final: "ustedes sienten y escriben y se quejan que no está bien dicho… yo ahora siento también, grabo mis confesiones y al escucharlas, todo suena perfecto. No me quejo".