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febrero 25, 2017

El país se sufre en común acuerdo


Venezuela se divide, hoy más que nunca, en dos boquetes, dos abismos. Aquellos que siguen la ruta breve de la inmundicia, la que salpica y enloda la moral. Otros que se aferran al mérito de hacer bien las cosas, los que son dignos de respeto, los hijos responsables de una ascendencia que les enseñó el valor de la expresión venezolano de pura cepa, esos que levantados desde las 4 de la mañana salían de sus casas a construir un país.

Hemos visto crecer un dislate de generación que solo cree en mendrugos ideológicos. Ciudadanos que se comportan como manada de mamíferos en pos de un abrevadero, a veces secta, en ocasiones solo turba, responden a sus instintos. Son maleables, hilos de un titiritero cuya perversión arruinó absolutamente aquel eslogan: "un país para querer".

Al parecer se perdió la costumbre de esforzarse para lograr un sueño, de trabajar arduo para obtener un deseo largamente acariciado. No es necesario tener estudios superiores; el mérito, la experiencia demostrable y el conocimiento pertinente no aportan nada. Trabajar a destajo, resolverse como se pueda, delinquir, esos son los nuevos parámetros para entender cómo se vive en un país donde la delincuencia, la corrupción, el hambre y la desidia gubernamental lo han hecho añicos.

Las expresiones "aparato productivo"y "fuerza laboral" perdieron sentido. Jornadas ausentes de personal, fábricas tomadas por grupos armados, industrias sometidas a coimas políticas son la realidad que se evidencia en, los cada vez más, huesudos venezolanos.

"El que no trabaja no come", "ganarse el pan con el sudor de su frente", "pobre pero honrado", todas expresiones populares de gente orgullosa de mandar a sus hijos a la escuela. Compatriotas que levantaron familias a punta de ánimo en la brega diaria.

Ellos y nosotros. Otros y el resto.

Los venezolanos estamos cada vez más diferenciados. Adentro, supervivientes de la esperanza. Afuera, exiliados de la fe. El único punto de coincidencia: el país se sufre en común acuerdo.